Aprovechando los primeros contactos que estableció la escuela con el taller me decidí a escribirles y postularme para hacer el Erasmus con ellos, finalmente, después de unas semanas de incertidumbre tuve la suerte de ser admitido.
Me interesaba un taller en el que pudiera desarrollar y ampliar los conocimientos adquiridos en los dos grados que había cursado en la Escuela,
Bertozzi&Casoni me pareció el sitio perfecto como culminación de mi formación en la Escuela.
El primer día en el estudio pude hacerme una idea real de la calidad e intensidad de trabajo que supone la obra de Bertozzi&Casoni, ya que me
invitaron a visitar su museo en Sassuolo y visitamos una galería de arte en Módena después.
Ahí, ya advertí la gran diferencia de ver su obra en fotografía y verla en la realidad. Y es que ninguna fotografía reproduce la calidad y que tiene su obra al natural.
Mi tiempo en el taller de Imola se dividió entre el taller de moldes con Matteo Morigi y la reproducción de piezas por colada, repasando objetos y observación de parte de las tareas de modelado, decoración y restauración del estudio.
Las semanas que estuve en el taller de moldes se centraron en la elaboración de moldes de objetos cotidianos para la realización de obras futuras, y el estudio de moldes de piezas ya realizadas.
Fue un enfoqué muy enriquecedor en cuanto a la manera de abordar el proceso de realización de un molde.
Para completar esta formación y ya en la nave que se dedica para las coladas y a la decoración, empecé a realizar reproducciones de piezas con molde con circuito de aire, y más tarde el repaso de piezas.
Fue aquí cuando tomé conciencia del trabajo tan minucioso que se realiza en el taller; la reproducción de los objetos siempre se realiza buscando el mínimo espesor; la sutileza. Y para el repaso de la pieza reproducida no se escatima en tiempo hasta que se considera que el objeto tiene el estándar de calidad del Estudio. Dando lugar a increíbles objetos hiperrealistas.
Aparte de esto me siento privilegiado de haber compartido parte del proceso creativo de Paolo y del equipo del Estudio, de haber viajado con ellos para el montaje de una exposición y de ver de primera mano el tejido cultural, económico y artístico de Emilia-Romagna.
Esta experiencia enriquecedora nunca se habría producido sin la existencia del Programa Erasmus, el Departamento de Movilidad de la Escuela de Arte
Francisco Alcántara, y todas las profesoras que me han ayudado en todo el proceso.
¡ Muchísimas gracias !