Delphine Casassus
Un invierno en el norte: una sombra de Grey
Lilo Ceramics
Spaarnwouderstraat 76, 2011 AE Haarlem
+31 (0)6 42208643 // info@lilokeramiek.nl
Recientemente tuve la oportunidad de completar un Erasmus de 4 meses como aprendiz en un taller de cerámica en Haarlem, Países Bajos, que se llama Lilo Ceramics, fundado por Liselore Halink.
Esta experiencia me proporcionó una excelente oportunidad para aprender más sobre las operaciones diarias de un taller de cerámica.
Llegué a final de octubre en Haarlem, una hermosa ciudad situada en la parte occidental de los Países Bajos, en la provincia de Holanda del Norte. Es la capital del municipio de Haarlemmermeer y tiene una población de alrededor de 160.000 personas.
Haarlem es bien conocido por su rica historia, hermosa arquitectura y atracciones culturales. La ciudad es a menudo llamada la «Ciudad de las Flores» debido a su proximidad a los mundialmente famosos Jardines de Keukenhof y su historia de ser una importante región de cultivo de flores.
Uno de los monumentos más emblemáticos de Haarlem es el Grote Markt, una gran plaza en el corazón de la ciudad que está rodeada de hermosos edificios históricos, incluyendo el Ayuntamiento y la Grote Kerk, o Gran Iglesia. La ciudad también alberga varios museos, incluido el Frans Hals Museum, que alberga una gran colección de pinturas del maestro holandés del Siglo de Oro Frans Hals.
Además de sus atracciones culturales, Haarlem es un gran destino para ir de compras, comer y salir por la noche. La ciudad tiene una amplia gama de tiendas y restaurantes, así como varios bares y clubes que son populares entre los lugareños y visitantes por igual.
Haarlem también está convenientemente ubicado cerca de varios otros destinos populares holandeses, incluyendo Ámsterdam, la playa de Zandvoort y el hermoso campo de Holanda del Norte. Es fácilmente accesible en tren desde Ámsterdam y otras ciudades importantes de la región.
En general, Haarlem es una ciudad encantadora y pintoresca que ofrece a los visitantes una mezcla única de historia, cultura y comodidades modernas.
¡Todo está pensado aquí para moverse en bicicleta, así que me compré muy rápidamente una de segunda mano para poder ir al trabajo, hacer las compras etc. y me acostumbré a este modo de movimiento diario muy rápidamente, incluso si es bastante difícil en invierno, con el viento, el frío, la noche y a veces la lluvia! Incluso tuvimos unos días de hielo y claramente, solo se podía ir con el bus, ya que es imposible desplazarse con la bici.
He tenido la suerte de encontrar una habitación en la casa de una mujer, Mary, gracias a una amiga de Madrid que conocía gente aquí. Sin eso, hubiera sido muy difícil realizar mi Erasmus aquí, ya que existe una crisis inmobiliaria muy fuerte, tan a nivel de compra que de alquiler.
No solo Mary me ha hecho sentir inmediatamente como en casa, pero también me han tratado tan ella como su familia como un miembro de la familia y realmente, fue el aspecto más positivo de mi estancia aquí. ¡Se convirtieron en una segunda familia y eso me ayudó a sobrevivir el invierno, muy riguroso aquí!
He sido invitada a varios cumpleaños, cenas, y estuvimos haciendo varias actividades juntas (ir al cine, ir con la bici a la playa, cocinar juntas, etc.).
Cuando empecé mi primera semana en el taller, descubrí la organización del trabajo y los distintos espacios dedicados al proceso de producción:
- la entrada da directamente en la tienda, donde se encuentran todas las piezas producidas por Lilo, en su gran mayoría utilitarias (cuencos, platos, tazas, jaboneros…) caracterizadas principalmente por ser torneadas muy fino y por una amplia gama de colores. También vende otros tipos de productos para la casa (jabones, velas, tés, paños de cocina…).
A continuación, el mostrador actúa como separación con el resto del taller, donde se encuentran sucesivamente los 3 tornos, la laminadora y el espacio de reciclaje del barro (¡que tuvo la ocasión de conocer bastante bien jaja!)
Luego el espacio de esmaltado con las materias primas, y unas estanterías donde se almacén los cubos de esmaltes, frente a los 2 hornos, uno grande de carga frontal, y otro más pequeño de carga vertical.
Luego hay una mesa para tomar las comidas, un lavabo para todo lo que es limpieza de equipos y otro fregadero para el uso clásico, así como los baños.
Finalmente, en el fondo hay una sala de secado, que permite mantener las piezas en condiciones de humedad homogéneas (ya que los hornos en funcionamiento secan muy rápidamente el aire), así como un espacio de almacenamiento para todo lo que es cartón y material de embalaje de las piezas.
En Lilo se usa una pasta de gres con chamota muy fina (casi no se nota al tornear) que se cuece a los 1.240°.
A parte de Liselore, la fundadora de Lilo Ceramics, he trabajado con Lottie and Lonneke, 2 compañeras de trabajo que trabajan cada una 2 días a la semana. También había Sanne, que gestiona la tienda por los sábados, y Minne, que ayuda de vez en cuando con varias cosas en el taller.
Trabajar a tiempo completo en un taller de producción fue físicamente muy intenso, ya que había que seguir un ritmo bastante elevado, sobre todo llegando en el periodo justo antes de la Navidad, que es cuando llegan lo más pedidos de los clientes.
Durante mi tiempo en el taller, participé muy activamente en todas las etapas de producción, entre ellas: la limpieza del espacio, el reciclaje del barro, tornear y retornear unas piezas para la tienda (mini jarrones, mini cuencos, al final unos coffee mugs y mugs de tamaño medio), la producción de jaboneros y mantequeros utilizando la laminadora, lijar los defectos, preparar los esmaltes siguiendo las recetas, esmaltar las piezas utilizando brochas, cargar y descargar el horno, arreglar los defectos con la dremel, preparar los pedidos para enviarles a varios puntos de venta o a particulares, hacer paquetes para regalar, atender a los clientes en la tienda, etc.
Aprendí poco sobre el lado comercial de dirigir un estudio de cerámica, ya que el negocio lleva casi 10 años y que ya tiene su clientela. Como los precios son bastante altos, incluso por Países Bajos, pues la clientela está constituida de gente con un poder adquisitivo alto, además de restaurantes gastronómicos y tiendas de decoración interior de moda (en enero los precios han sido aumentados de un 10% como consecuencia de la subida del precio de la electricidad).
Por otro lado, tuvo que disfrutar de la arquitectura y los museos preciosos de Amsterdam y Leiden, otras ciudades muy bonitas de los Países Bajos, así que dar unas clases de modelado a niños de 4-5 años, lo que fue muy divertido.
En general, mi estancia en Haarlem fue una experiencia bastante intensa, tan a nivel físico que psicológico.
Aprendí mucho sobre el trabajo diario que hay que llevar a cabo en un taller, y he ganado una mejor comprensión de la importancia de organizar el trabajo (día para tornear, día para retornear, día para esmaltar, programación de los hornos en relación con los pedidos, etc.) con el fin de maximizar la productividad y poder cumplir con los pedidos a tiempo.
Uno de los aspectos más valiosos de mi pasantía fue el encuentro con la familia con quien he vivido, que se ha convertido en una segunda familia. Espero poder visitarle en el futuro en verano, una temporada claramente mejor para disfrutar de este país. Fue también genial el encuentro con mi compañera de trabajo Loneke, que se ha vuelto en amiga y con quien tenemos planes de realizar una cocción en horno de leña juntas en el futuro.
Estoy agradecida a la escuela y al programa Erasmus + por la oportunidad de haber descubierto otra cultura, y espero aplicar lo que aprendí en mis esfuerzos futuros.